Elogios para un amigo



Hace poco tiempo soñábamos en las aulas de la Universidad de Oriente con ser buenos periodistas. Hoy ese sueño comienza a convertirse en realidad para algunos que con mucho trabajo tratamos de aprender y superarnos cada día. Escribo poco en face, pero la ocasión amerita un comentario. Uno de mis mejores amigos, Dayron Chang, periodista de Tele Turquino ha sido reconocido por un talento que desde pequeño corre por sus venas. 

Resulta que su serie documental Sonidos de Ciudad, fue nominada para el premio Caracol, un privilegio casi inimaginado para un recién egresado.

Hoy recuerdo cuando Dayron medio entusiasmado, medio temeroso, me contaba que sería la propia ciudad la que narraría la historia de la Cadena Oriental de Radio. "Quizás es una locura", me decía, pero enseguida le dije que su idea me parecía genial. Él como yo, sabía que si lograba en su dramaturgia personificar a la ciudad la serie tendría un gran impacto, pero necesitaba escuchar criterios que lo impulsaran a seguir creando. Entonces se esforzaba por hacer magia, pero no para obtener un premio, sino para impresionar a un tribunal que le evaluaría su Trabajo de Diploma. 

En el proceso sufrió muchos contratiempos, hasta llegó a pensar que nunca vería terminada su obra. Se deprimió, pero no se detuvo ante las adversidades. Aunque siempre profesionales santiagueros de la talla de Reynaldo Cedeño, Santiago Carnado y Eric Caraballoso confiaron en su proyecto, él soñaba con impresionarlos: pretendía enamorarlos aún más de la radio oriental.

Cuando escuché unos de los capítulos de la serie, el día de su discusión de tesis, no podía sino elogiar su mente maestra, su creatividad infinita, su capacidad para hacer arte. Otros hicieron lo mismo.

Por eso hoy ya Dayron es un ganador aunque no se lleve uno de los premios del concurso, porque a sus 23 años de edad su genialidad no solo la reconocen sus amigos, sino que también es advertida por profesionales consagrados. 

! Qué mejor regalo de cumpleaños! Este sin dudas es un incentivo para él seguir trabajando con más amor, para hacer el periodismo que necesita el país y para seguirnos asombrando en el futuro cercano. No trato de edulcorarlo, sino de felicitarlo por señalarnos el camino a transitar a todos sus compañeros de aula.

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